martes, 25 de septiembre de 2007

Acuario en Miraflores


Una larga y divertida charla tuvo Sánchez en el Palacio de gobierno. Se excusó con el Presidente por su ausencia en el blog y prometió vovler un domingo de estos. El Primer Mandatario también prometió dejar a un lado su habitual programa dominical para estar atento al regreso de "Sánchez presenta". Promesas, promesas, promesas...

domingo, 23 de septiembre de 2007

+Ari presenta: Oda al hijo


Lo que les presento a continuación es el pago a un favor que le hice al hijo para su tesis. El pago, por su parte, me salió de lo mejor: no sólo siguió instrucciones el señorito, sino que ideó algo más allá de lo que le había pedido. Aplausos por eso!

En público y nuevamente: Gracias señor hijo a.k.a el negro

sábado, 22 de septiembre de 2007

El chamo, promotor funerario


En estos años de vida no han sido pocas las distinciones con las que me han bautizado. De pequeño me decían el mocoso, título que a toda honra portaba. Cuando los compañeritos del kinder me veían, sé que sentían respeto por mis segregaciones nasales. Algo que me llenaba de orgullo. Mi madre y maestras se encargaron de quitarme aquel privilegio con una buena dosis de regaños. Entonces, el sabor de los mocos, así como el de los jugosos saltamontes, quedarían almacenados muy adentro como recuerdo remoto. Mi paladar a veces extraña, pero el pudor y las reprimendas de antaño hacen de aquellas degustaciones momentos de éxtasis que con los días parecen cada vez más lejanos.

Ya no soy más el mocoso, pero súbitamente me convertí, por unos instantes, en el ñángara, producto de un viaje que hice a La Habana a finales de los noventa, antes de Chávez. Tal vez me gané el mote porque comencé a disfrutar de la trova cubana que, curiosamente, me traía recuerdos infantiles, de la época cuando aun era el popular come mocos del preescolar Chimborazo en pleno corazón de Caracas. Entonces, cuando era el ñàngara recién llegado de Cuba, comprendí que la gente no entendía y que habían otras formas de ver la vida sin necesidad de caletrearse a Engels o recitar de memoria los tres tomos de El Capital. Tampoco había necesidad de viajar a Miami o corromperse ante el dinero. Comprendí que vales lo que eres y no lo que tienes, cosa difícil de entender en un mundo cada vez más pragmático y menos romántico. Entonces, entendí que, a pesar de las rigurosas doctrinas y mi poca simpatía hacia la autoridad establecida, viviría, concepto que he ido aprendiendo. Así las cosas, el que parecía un ñángara, realmente no lo era. Por lo tanto, una distinción que no es asumida pasa a ser un un simple apodo.

Ya no soy más el ñángara y como en cascada pasé a ser el jodedor, el borracho, el idiotaquesecomelaluzyvaporelhombrilloalegandoquetodoesproductodeladinámicasocial, el que llora cuando va al cine y cuando no, el infiel, el pana del carro, el que te debe unos reales, el que raspó por inasistencia, el que tiene cigarros, el que siempre pide cigarros, el que duerme hasta tarde y así.

De verdad, creo que todos los honores me los he ganado en buena lid. Algunos no me han costado el más mínimo esfuerzo, aunque sea difícil de creer. Otros, no me los esperaba, porque son producto del día a día y han pasado desapercibidos para mi. Es que pongo muy poca atención. Ahora me asumo como promotor funerario. Creo que es la distinción con más pompa de todas las que he tenido. Suena hasta importante: "El Chamo, Promotor Funerario" !Mierda!

Confieso que no sé muy bien de qué va eso, pero me gusta la idea porque tiene una esencia especial. Éste nuevo cargo me remonta al recreo en el Chimborazo, cuando mis compañeros me veían hacer de las mías. Ellos me llamaban el mocoso. Yo disfrutaba de aquellas mucosidades sin poner reparo; era el rey de aquella materia glutinosa que brotaba de mis fosas y ellos ahí parados viéndome, sin hacer nada al respecto. Algo me dice que hacían lo mismo, pero a escondidas. Se notaba que también eran culpables. No era el único mocoso. Tal vez el más notorio, pero no estaba solo. Lo sé. Tampoco ando por mi cuenta con estos nuevos honores. Y ahora que lo recuerdo todo tiene sabor a jugosos grillos, otra vez.

oídos neiked IV

A los pasticheros disidentes… especialmente a “hijo” por hacer el papel del Tigre Rafael


Con el firme propósito y la convicción (ingenua) de que este blog continue “pa’ lante”, aporto mi contribución para que tal cual la espada de Bolívar que camina por América Latina (¡Alerta!), el pasticho renazca de sus cenizas como el Ave Fénix o como los socialistas.
Mis “oídos neiked”, ya un poco devaluados por la influencia de los bonos del sur, vuelven y no sé por cuanto tiempo. Creo que no por bastante. Y no es por falta de compromiso sino que ya tengo ipod otra vez y digamos que es mi fiel compañero. Entonces, si les gusta esta sección, tendrán que ligar que se me acabe la pila del aparatico estando todavía por la estación Parque Carabobo o en el carrito a la altura de La Carlota para que de esta manera (si, sólo así) pueda escuchar esas maravillas sin desperdicio que escupe nuestro saber popular, nuestra propia identidad y esa palabrita hermosa que ahora no recuerdo pero que hace referencia a la personalidad colectiva de un pueblo, país, región continente, qué se yo (recuérdenmela, porfa…)

El hecho está, y para no hacer tan larga la cosa ya que me imagino que perdieron la costumbre de andar leyendo este blog perdido en la ineficacia de sus componentes, que un buen día simplemente se me quedó el ipod en la casa. La premura (hermosa palabra) no me permitió devolverme a solventar la catástrofe que había causado mi descuido y opté por seguir mi camino con miedo (y a la vez un poquito de morbo expectante)
Dicho y hecho. No tuve que esperar mucho. Sólo montarme en el vagón del metro en la estación más cercana a mi hogar. Al andén sólo le hacía falta los chinos de guantes blancos que empujan a la gente “pa’ dentro” en Hong Kong (o Beijing, ¿a quién le importa?). Después del jaleo respectivo, inevitable acordarme de las ollas que se armaban en las finales de “gaitas y pupitres” en Mata de Coco… escuché a una señora (en el metro, no en Mata de Coco) siguiendo la conversa que traía desde afuera con una chica notablemente menor que ella. Lo curioso es que ellas, después de la avalancha de la entrada, habían quedado bastante separadas pero eso pareció importarle bastante poco a la doña. A todo gañote, engrapó su idea así: “Pues si, mana. Entonces ¿Dónde te gustaría a ti que echaran tus cenizas después que te quemen (quemen… no cremen, no… quemen)” Se escucharon unas risas por ahí. En especial un grupito de chica que venían de la universidad a juzgar por las baticas azules que se ponen en algunas carreras afines con temas de salud.
Al final, justo antes de bajarme (sólo estuve dos estaciones compartiendo con aquellas adorables damas) seguía desarrollando el tema. “Si, mana. Porque a mí que me quemen y echen las cenizas al mar. ¿Tú prefieres eso, verdad?”
Sin dejar contestar a la otra, siguió. “Tienes que dejar eso escrito, mana. O decírselo a un hijo o a una hija tuya. Esa vaina de estar ocupando un terreno ahí, un cuerpo sin alma, eso es horrible”

Yo aprendí muchas cosas de esto. Que hay que pensar en la muerte como algo normal, que a todos nos pasará en algún momento, que es un tema que da para mucho incluso para conversar en el metro y por qué no, invitar a desconocidos a participar y a opinar. Por ahora parece que hay solo dos opciones, que te entierren o que te cremen. La criogenización es un tema de alta alcurnia y de Walt Disney. Cuando seamos muy viejitos nosotros y estemos a punto de comprar un pasaje sin retorno pa’ tierra de nadie ¿Habrá otro método? Quizá yo preferiría, al igual que la doña, la incineración. No me gustaría que experimentaran mucho con mi cuerpo. Ya suficiente le he estado haciendo yo las ocasiones que salgo a la calle sin ipod.

Se les quiere… y uds. dicen para ver entonces si dejamos morir al pasticho, si lo enterramos, lo “quemamos” o lo embalsamamos para ponerlo en el recibo de casa del chamodel114, su creador y principal promotor funerario.

jueves, 13 de septiembre de 2007

+Ari presenta: NPI de este blog

Y entonces, este blog se fue a la mierda?
Se aceptan comentarios...

domingo, 9 de septiembre de 2007

Sánchez Presenta 11 - Dios no existe

Como este blog "se fue a la mierda", debe ser que Dios no existe... y este pana tiene la prueba...



Saludos... se les quiere mucho desde este lado del monitor... (y lo peor es que lo digo en serio a pesar de que jamás llamé a "hijo" por su cumpleaños y ese sentimiento de culpabilidad me despierta a veces en las noches...)

Al levantarme hoy tuve una revelación:
Si, estoy seguro. ¡Este blog se fue a la mierda!
(disculpen de nuevo mi lenguaje soez, pero recuerden que así me hablo a mí mismo cuando recién me despierto)

domingo, 2 de septiembre de 2007