sábado, 16 de junio de 2007

oidos neiked III

Buenas... pasaba por acá.

No tengo ninguna obligación de pedir disculpas por mi ausencia porque, entre otras cosas, estoy seguro que nadie notó que tenía tiempo sin escribir. Ni imaginar remotamente que alguien estaba esperando por otra entrada de "oídos neiked", pero me debo a uds. cuando digo que no me atrevía a escribir por temor a pecar de frívolo dentro de toda la coyuntura política que atraviesa (¿atravesaba? ¡qué rata!) nuestro país.

Sólo tengo para uds. dos cositas que logré escuchar en mi último viaje a los hermosos parajes de la Ciudad de Mérida. Rodé unas 13 horas para llegar a este hermoso Estado de gente noble
y trabajadora. En los días que estuve ahí, yo también fui uno de ellos... no tan noble, pero si muy trabajador.

Bueno... iba en una camioneta que alquilamos para llegar a un sitio de difícil acceso. Iba yo en el asiento del copiloto y justo atrás mío no cesaba un alboroto sostenido y patrocinado por Andrea (6 años) y Marta (4 años), hijas de una maestra de escuela que nos estaba sirviendo de guía.

Ellas no paraban de discutir y de repente meten a la madre (es importante que se lo imaginen en el gracioso acento de los simpáticos niños andinos):
- Andrea: Maaamiiiiiii!!!!! Marta me dijo mentirosa.
- Marta: Mentirosa!!!!!!!!!!!!!!!
- Andrea: ¿Vió, mami, Vió?

La última, otra maestra de escuela charlaba con alguien de un pueblito perdido en los páramos acerca del importante número de personas que se estaban muriendo en la comunidad. Después que la señora del pueblo le informó a la maestra que se había muerto (también) la señora Teófila, la maestra se sorprendió diciendo: "¡Que calamidad! Bueno, pero esa señora tenía casi ciento y pico de años"

¿CASI CIENTO Y PICO DE AÑOS?... :-S

Hasta pronto...

2 comentarios:

elchamodel114 dijo...

jejejejeje! Andrea es genial

Litro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.